IDC España publica el estudio «El trabajo flexible en España – ¿Es España realmente flexible?», los datos que se extraen del estudio realizado por IDC, en los que se demuestra la escasa implantación de modelos de trabajo flexible en el tejido empresarial español, son concluyentes:

1. Las empresas españolas no apuestan por el trabajo flexible.

Al dato de que sólo el 13,2% de las empresas encuestadas tiene implantada una política de trabajo flexible se une que hasta un 59,1% de ellas considera que en los próximos tres años el panorama no va a cambiar en sus estructuras, lo que demuestra su inmovilidad y la falta de concienciación para lograr una mayor productividad de sus empleados.

2. Las empresas que implantan procesos de trabajo flexible apenas lo desarrollan para toda la plantilla.

De hecho, sólo un 25% o menos de la fuerza de trabajo de las organizaciones que adoptan el modelo pueden utilizarlo.

3. Las empresas que adoptan un modelo de trabajo flexible no lo engloban en un marco legal.

Nada menos que un 44,2% de ellas ni siquiera involucra a los departamentos de Recursos Humanos. En muchos casos se trata de un acuerdo entre gerente directo y empleado, cuando estas políticas deben implantarse de una forma controlada y monitorizada, dentro de un marco legal y empresarial.

4. A pesar de darle la espalda, la mayoría de las empresas consideran que el trabajo flexible aumenta la productividad.

Hasta un 60,5% de ellas considera que es mayor. Además, el 44% de las empresas encuestadas considera que del tiempo que ahorran los empleados en viajar a la oficina hasta un 10% se lo dedican a trabajar, lo que supone un beneficio para la propia empresa. Uno de los problemas de la adopción de un modelo de trabajo flexible es precisamente que los beneficios económicos no han sido tenidos en cuenta por las empresas, sino que los avances sólo han venido dados por el componente social (conciliación de la vida familiar/ social y profesional).

5. Las empresas españolas siguen sin medir el rendimiento de sus empleados por objetivos.

El sistema de medición por objetivos facilita este modelo de trabajo, siendo esencial confiar en el empleado, que habrá de responder por objetivos alcanzados y no por el tiempo que está delante del ordenador. En este sentido, el 41,9% de las empresas que han implantado este modelo aún no miden los resultados del trabajo en función de los objetivos.