Como cada año se llevó a cabo la votación de los Premios Aserluz en el stand que Aserluz durante la Feria de la Comunicación Audiovisual, Viscom Sign. Este año los ganadores han sido en el primer puesto la empresa Rótulo, Rótulos Matesánz, de Madrid, el segundo premio fue para la empresa Marfil Roynes y el tercero para la empresa Disaplic.
El detalle de los trabajos ganadores es el siguiente:
Premios Aserluz 2012 - Primer premio
Primer Premio: Rótulo luminoso en fachada, que abre un ventana a la concesión de licencias urbanísticas. Aunque solo se permitía un rotulo corpóreo sin iluminación de 2,5 metros de altura, tras duras negociaciones con la junta municipal y medio ambiente, concedieron licencia de un rotulo de 8 metros de altura por 25 metros de longitud.

Debido al retraso en la autorización de esta y obligados por el estricto plazo de implantación, Rótulos Matesanz diseño e instalo con anterioridad, una estructura interior móvil, que sin interferir en la delicada fachada curva de cristal, se pudiera adaptar a cualquier tamaño de rotulación, completando la fabricación e instalación del elemento, en los diez días siguientes a la concesión del permiso.

Las prolongaciones de las letras «LL» tienen una compleja estructura interior, fabricada en secciones de 2 metros, con la cual estas se anclan en tan solo dos puntos en fachada, para respetar en todo momento esta y no tener que desmontar ninguno de los delicados paneles de cristal.
Premios Aserluz 2012 - Segundo Premio
Segundo Premio: Decorado de interior de tiendas en Madrid. PVC impreso y troquelado.
Premios Aserluz 2012 - Tercer Premio
Tercer Premio: Patio interior de edificio de tres plantas, acristalado con vidrio 8+8 laminado templado (instalado por la empresa Cristalerías Montalux) con una superficie de 260m3 y una altura de 15 m, aproximadamente, compuesto por 42 piezas de 1,2 x 3,3 m.

Se trata de un proyecto de rotulación interior con vinilo de corte translucido (ácido). La complejidad de la instalación, radicaba en unir el diseño de las piezas del vinilo entre sí, debido a las dimensiones y altura de la estructura. La mayor dificultad fue trasladar la máquina elevadora por las sinuosas calles de Toledo, así como introducirla en el interior del edificio, para lo que fue necesario desmontar la plataforma superior.