La industria papelera española y europea, junto con las asociaciones que representan a la cadena del papel (manipuladores, impresores, y fabricantes de tintas, adhesivos, etc.) se propone el ambicioso objetivo de recoger para su reciclaje en 2020 el 74% de todo el papel y cartón que se consume, tras superar el objetivo del 70% fijado en 2011. Europa, seguida de Norteamérica, es la región líder en el mundo, con una tasa de recogida de papel para su reciclaje del 71,5% (en España esta tasa es del 71%). Desde 2000, la industria y las asociaciones de la cadena del papel han venido asumiendo compromisos voluntarios cada vez más exigentes a través de las sucesivas Declaraciones Europeas sobre Reciclaje de Papel, en el seno del Consejo Europeo del Reciclaje de Papel (EPRC).
A fin de alcanzar este ambicioso objetivo, el Consejo Europeo del Reciclaje de Papel (EPRC) considera prioritario: Prohibir el vertedero como opción de valorización para todo el papel que se pueda reciclar; Implementar la jerarquía de gestión de residuos teniendo en cuenta las políticas energéticas y en particular las de energía renovable; Garantizar en la UE una recogida selectiva eficaz, y adoptar medidas contra los países en los que se practica la recogida mezclada o «todo en uno»; Reducir las exportaciones de papel para reciclar fuera de la UE y acompasarlas de manera que el aumento de la recogida de papel sea superior al aumento de las exportaciones netas de papel para reciclar; Evitar, por parte de las autoridades europeas y nacionales, políticas de producto contradictorias que impidan o dificulten el reciclaje del papel; y Favorecer un método de cálculo de las tasas de recogida de papel para reciclar de los estados miembros, que permita disponer de datos comparables y de calidad