
por: José Antonio Martínez. Consultor de LeanPrinting y mejora de procesos en LTCaM.
Parte 2: Las tareas de fabricación
Tal y como comentábamos en el artículo anterior, las tareas que realizamos en las empresas las podemos catalogar simplemente en dos naturalezas; las que aportan Valor a los Clientes y las que NO les aportan Valor.
Podemos definir un despilfarro como todo aquello por lo que un cliente no está dispuesto a pagar su dinero, es decir, las tareas que NO le aportan Valor.
Según el Lean podemos catalogar en ocho grupos o categorías los “despilfarros letales” en la empresa:
- Productos defectuosos
- Exceso de inventario
- Proceso (recursos innecesarios, baja productividad)
- Esperas
- Movimientos innecesarios
- Transportes de materiales
- Sobreproducción
- Talento humano
Esta vez compartiré con vosotros algunos pequeños despilfarros con los que me he ido encontrado en los procesos productivos y a los que, lamentablemente nos acabamos acostumbrando:
- Cuando nos resignamos a repetir trabajos o bien realizar reprocesados sin que nos duelan los costes en los que incurrimos, sin analizar profundamente cuales son las causas que los producen (tipo 1)
- Cuando las máquinas no repiten al hacer una reimpresión de un trabajo, bien por falta de mantenimiento o bien por falta de calibración o de las dos causas (tipo 1, 3)
- Cuando imprimimos un poquito más de material de lo previsto, no sea que falten ejemplares más adelante, sin tener en cuenta por qué varía tanto el proceso, o bien porque no hemos calculado la merma adecuadamente (tipo 2, 7)
- Cuando no tenemos organizado el almacén y pedimos papel sin darnos cuenta de que lo teníamos estocado, aunque no sabíamos dónde (tipo 2, 4)
- Cuando fabricamos de una tinta especial más cantidad de la necesaria, porque no hemos calculado adecuadamente la mancha a imprimir, o aún peor, cuando nos quedamos cortos y tenemos que reponer la falta de tinta con la máquina parada, todo ello por no calcular adecuadamente la superficie a imprimir o por no haber tenido en cuenta el rendimiento del color en su papel (tipo 2, 4)
- Cuando la máquina va a menos velocidad de su potencial bien por comodidad, porque no funciona adecuadamente, o bien porque no hay mucha carga de trabajo. Después de acabar la producción, si hay trabajo, siempre se puede trabajar en el orden y limpieza del departamento, o bien se pueden realizar tareas de mantenimiento y mejora, o se puede dar formación al personal (tipo 3, 8)
- Cuando un departamento tiene más personas de lo estrictamente necesario y nos acostumbramos a realizar cosas innecesarias, que el cliente no está dispuesto a pagar, para justificar las tareas que realizan los operarios (tipo 3)
- Cuando en el departamento existen personas sobrecargadas de tareas y al mismo tiempo otras con holgura y no se ayudan por comodidad o bien falta de preparación y polivalencia (tipo 3, 4, 8)
- Cuando realizamos un cambio de un trabajo sin tener todos los elementos necesarios (planchas, papel, tinta, información) y perdemos tiempo en buscarlos, con la máquina parada (tipo 4)
- Cuando no tenemos las herramientas debidamente organizadas y tardamos tiempo buscando en los cajones o hasta en máquinas vecinas la famosa llave Hallen del nº7, también con la máquina parada (tipo 4)
- Cuando un operario no realiza tareas de registro de operaciones de la captura de datos en planta (fichajes) y alega que a él ¡le pagan por producir!. Los fichajes son una las operaciones más importantes a realizar ya que nos dan la información para la toma de decisiones (tipo 4, 8)
- Cuando una persona ficha incorrectamente bien por falta de interés o de capacitación, y después otro compañero en la oficina tiene que dedicar tiempo a corregir los errores (tipos 2, 4, 8)
- Cuando nos acostumbramos a trabajar en la máquina con pequeños problemas técnicos que poco a poco se van haciendo crónicos y nos provocan una falta de productividad constante (tipo 3, 4)
- Cuando trabajamos sin un plan de mantenimiento organizado y sistemático, sin tener en cuenta que el mantenimiento es parte “vital” del trabajo y no se puede obviar (tipo 3)
- Cuando no tenemos en cuenta la vida útil de los consumibles (cauchos, correas, rodillos, cintas, cuchillas, etc.) y sólo los cambiamos cuando nos empiezan a dar problemas (tipo 3, 4)

Despilfarro cero
Ahora más que nunca, no nos pueden parecer habituales estos pequeños despilfarros de nuestro proceso productivo y es imperativo estar muy atentos para localizar y eliminar o reducirlos en nuestras tareas.
Si no eliminamos o reducimos el despilfarro, lo hará nuestra competencia, descontando las economías conseguidas al precio de los trabajos y, por consiguiente, dejando a nuestra empresa fuera del mercado.