La detección omnipresente

por Jonathan Wilkins. Director de marketing de European Automation
Más allá del Internet de las cosas (IoT): la detección omnipresenteLas interrupciones imprevistas en las fábricas obligan a que los procesos operativos continuos tengan que someterse a procedimientos de apagado y arranque. Y es en estas situaciones cuando es más probable que se produzcan incidentes graves. Lo ideal sería que los fabricantes pudieran anticipar los fallos de los equipos para prevenir estas interrupciones. Anteriormente, controlar toda una serie de bombas, dispositivos, accionamientos, motores, purgadores de vapor, válvulas de descarga y otros equipos no era factible dado sus altos costes operativos. Sin embargo, en la actualidad, la creciente disponibilidad de sensores inalámbricos económicos permite implantar medidas de seguridad para las instalaciones, el cumplimiento normativo, la fiabilidad de los equipos y la eficiencia energética sin tener que tirar la casa por la ventana.

Para garantizar la excelencia operativa, los procesos industriales tienen que contar con mejores capacidades predictivas que puedan generar respuestas inmediatas. Se prevé que en el futuro haya disponibles menos expertos en procesos, por lo que resulta fundamental considerar la forma de sacar el máximo provecho de la experiencia con la que se cuente. Esto implica garantizar que los expertos no dediquen la mayor parte de su tiempo a desplazarse hasta un sitio; sino que, en lugar de ello, sean capaces de aplicar sus conocimientos de forma remota para realizar diagnósticos de planta.
Antes, los costes de añadir un sensor por cable para recabar datos eran muy elevados. Esto ha limitado a muchos fabricantes, que solo recababan datos de las aplicaciones críticas. La innovadora tecnología de sensores actual, que incluye sensores inalámbricos y no invasivos, ha logrado que la instalación sea rentable y el mantenimiento sencillo. La tecnología integrada en los sensores actuales permite ahora recibir directamente información útil.
En la conferencia Emerson Exchange de 2013, se presentó el concepto de detección omnipresente a la industria con el fin de explicar cómo los sensores inteligentes recaban información útil destinada a mejorar las operaciones y el mantenimiento.
Poniendo como ejemplo la supervisión de neumáticos, Emerson ilustró la forma en que se está empleando ahora la tecnología para llevar a cabo tareas que antes se realizaban manualmente. Hoy en día, los sensores inalámbricos de cada neumático controlan constantemente la presión y proporcionan avisos automatizados e instrucciones de mantenimiento específicas al conductor visualizables en el salpicadero del coche.
Un sensor omnipresente es un sensor resistente que no requiere mantenimiento ni calibrado una vez instalado. Suele tratarse de un sensor con abrazadera o montado externamente. Los dispositivos de detección omnipresente incluyen la detección de vibraciones de equipos giratorios, detectores ultrasónicos de fugas, monitores inalámbricos de purgadores de vapor, tecnología de detección de corrosión y erosión, así como sensores de temperatura atornillados a la superficie e inalámbricos. Usar varios sensores para recabar información posibilita detectar y responder a los riesgos antes de que se conviertan en un peligro para personas y equipos. La tecnología también puede predecir fallos, reducir tiempos de inactividad, evitar problemas medioambientales e identificar posibles amenazas para la seguridad.
En la fabricación, la detección omnipresente contribuye a las aplicaciones críticas tanto para el proceso como para el negocio. Por «críticas para el proceso», nos referimos a las aplicaciones de control y seguridad de los procesos. Estos datos exigen una respuesta inmediata para evitar productos no conformes a las especificaciones o incluso el cierre de la planta. La mayoría del equipamiento implicado ya está automatizado, puesto que los sensores suelen conectarse a un sistema de control de procesos ya existente.
Un inconveniente que se ha de tener en cuenta es la posibilidad de exceso de información, ya que la mayor parte de la información recabada por sensores omnipresentes actúa para mantener a los operadores de planta informados, más que para cerrar bucles de procesos. Si los ingenieros de diseño no aplican principios de diseño que los empleados puedan gestionar, puede que haya tantos avisos y alarmas que los operadores sean incapaces de seguirlos.
Por «críticas para el negocio», nos referimos a las aplicaciones de seguridad, fiabilidad y eficiencia energética de las instalaciones. Mientras que la seguridad del proceso trata principalmente sobre la contención, la seguridad de las instalaciones suele tratar sobre la seguridad de los trabajadores o la detección de gas. Los datos críticos para el negocio exigen una respuesta oportuna, en lugar de la respuesta inmediata que requieren los datos críticos para el proceso. No actuar al respecto puede provocar resultados como la ralentización de la planta o un mayor uso energético.
La detección omnipresente permite comprender mejor el estado de los activos y el rendimiento de los procesos. Esto permite un enfoque de riesgos gestionados y más predictivo respecto a la intervención, garantizando que se disponga de los equipos o repuestos adecuados cuando se necesitan. El avance hacia una gestión basada en riesgos, junto con la creciente necesidad de centrarse en la recogida de activos móviles más que en una instalación fija, serán factores que impulsen la demanda de la detección omnipresente en el futuro.