Por: Elena Rotzokou. Investigadora Global EPR
Elena Rotzokou es investigadora global de responsabilidad extendida del productor (EPR) en Ecoveritas. Llegó a Ecoveritas inmediatamente después de completar una maestría en inglés en la Universidad de Oxford. Ha traído las habilidades avanzadas de investigación, escritura y comunicación que perfeccionó durante sus estudios académicos a Ecoveritas, donde realiza investigaciones sobre las regulaciones de EPR en todo el mundo, escribe informes y publicaciones de blog, y facilita los enlaces externos con los clientes. Siempre ha tenido un interés agudo y multifacético por el medio ambiente, por ejemplo, escribió su disertación de maestría sobre el tema de la representación de objetos naturales en la poesía británica del siglo XIX.
El número sin precedentes de legislación sobre responsabilidad extendida del productor que se ha aprobado desde la llegada de 2023 en toda Europa sin duda indica un nuevo nivel de conciencia ambiental a nivel gubernamental, en lugar de meramente social.
Los cuerpos legislativos europeos se han movilizado masivamente desde marzo de 2022, cuando vieron la luz varias propuestas dirigidas a la sostenibilidad de los productos, entre las que destaca un modelo de negocio de economía circular. Todas estas propuestas se enmarcan en el ambicioso ámbito del Pacto Verde Europeo, aprobado por primera vez en 2020, cuyo objetivo es lograr un crecimiento sostenible incremental para que Europa se convierta en el primer continente climáticamente neutro para 2050. La legislación del Pacto Verde ha demostrado ser la más adaptable a los tiempos. Frente a una era de abrumadora catástrofe ambiental, que acaba de culminar con la guerra en Ucrania, la Comisión Europea ha emitido una respuesta equivalente: la iniciativa Pasaporte Europeo de Productos Digitales (DPP).
¿Qué son los pasaportes de productos digitales? Como implica el término, cada producto colocado por una empresa en el mercado de la UE deberá llevar su pasaporte de información individual, cuyo acceso deberá proporcionarse a través de un soporte de datos a un identificador único de producto (UID). La UE apunta a una fecha de 2026 para implementar la legislación en tres industrias: prendas de vestir, baterías y productos electrónicos de consumo, con más por venir. Se excluirán los productos alimenticios y farmacéuticos. A través de la transparencia y accesibilidad de los datos, la iniciativa del pasaporte del producto busca crear conciencia y fomentar acciones respetuosas con el medio ambiente en todas las partes involucradas en el ciclo de vida de un producto: fabricantes, distribuidores y consumidores finales.
La logística detrás del uso del pasaporte del producto puede parecer complicada a primera vista pero, de hecho, es sencilla: todo lo que un consumidor debe hacer es escanear el código QR del producto con su teléfono para acceder a la información de DPP. Para ayudar a las empresas a comprender su papel en hacer realidad esos pasaportes, ya se han establecido varios estándares de especificación de datos en esta etapa inicial para desmitificar el proceso. Por ejemplo, será necesario agregar enlaces digitales accesibles a través de un identificador de producto único a los productos mismos en lugar de etiquetas o empaques externos. Las partes interesadas deben poder acceder a la información relacionada con las materias primas, los fabricantes, los distribuidores, los minoristas y las opciones de reciclaje.
Deben existir sistemas de trazabilidad para permitir el seguimiento de todos los procedimientos que van desde las materias primas hasta el producto terminado. Se tomarán medidas para implementar sistemas de recopilación y combinación de datos para cumplir con los requisitos de información para los pasaportes. Cualquiera en la cadena de suministro que lleve un producto al mercado tendrá la responsabilidad de garantizar la precisión de los datos de DPP.
En lo que respecta a la industria del embalaje, se espera una serie de requisitos de disponibilidad de datos relacionados, entre otras cosas, con el peso y el volumen del producto y del embalaje del producto, la durabilidad, la reutilización, la reparabilidad, la presencia de sustancias que inhiben la circularidad, la eficiencia energética y de recursos, contenido reciclado, refabricación, generación de residuos, uso de recursos, liberación de microplásticos y huellas de carbono.
Además de las baterías, la indumentaria y la electrónica, existe presión sobre más industrias para que adopten la iniciativa DPP, como los textiles, muebles, plásticos, productos químicos, construcción y fabricación de automóviles. Desde el 31 de enero y hasta el 5 de diciembre, la Comisión Europea está realizando consultas sobre varias categorías de productos que se verán afectados por esta ley, como textiles y calzado, muebles, cosméticos, aluminio, plástico y polímero, papel y vidrio.
La legislación relacionada con la accesibilidad de los datos y la información de trazabilidad ya ha afectado las leyes de EPR para plásticos, por lo que los DPP deberían ser un momento culminante en lo que ya es un proceso en desarrollo. Si todas las partes obligadas cooperan de manera efectiva, los pasaportes digitales podrían convertirse en una parte inseparable de los productos, hasta el punto en que, en última instancia, todos los productos cobran vida equipados con pasaportes.
2026 no está muy lejos y se espera que comiencen a aparecer más directrices a lo largo de los próximos meses para informar a las empresas obligadas sobre cómo deberían esperar que se vean afectadas por los DPP.
En Ecoveritas, entendemos que esta iniciativa admirablemente ambiciosa puede parecer desalentadora para la mayoría de las empresas, especialmente porque las especificaciones de los requisitos no están ampliamente disponibles ni son claras en este momento. Cualquiera que sea la naturaleza de su negocio, si vende productos incluidos en el alcance de la UE, es aconsejable comenzar a tomar medidas para aceptar lo que implica esta legislación y lo que deberá hacer para cumplir a tiempo y con todas las normas.