A pesar del pesimismo de muchas personas, la humanidad ha evolucionado para mejor. Sin embargo, hay problemas que debemos enfrentar para continuar progresando. Rescatar a las poblaciones que viven en la pobreza extrema, por ejemplo, es un desafío. Otro es el tema del medio ambiente.

Medio Ambiente

Este último implica básicamente tres aspectos. Uno es la contaminación de los ecosistemas con desechos no biodegradables, generalmente sustancias sintéticas y tóxicas. La imagen de las «islas» de basura flotando en el Océano Pacífico es bien conocida, pero están en todas partes, polucionando y contaminando el medio ambiente.

Otro aspecto es la utilización abusiva de los recursos naturales. Las materias primas no renovables, que son extraídas continuamente, pueden tener sus reservas agotadas, comprometiendo la sostenibilidad económica. Los suelos utilizados intensivamente y sin un manejo adecuado pueden volverse inútiles. La deforestación promueve la desertificación. El tercer punto es el cambio climático, causado por la contaminación de la atmósfera con diferentes gases, principalmente el dióxido de carbono (CO2).

En este contexto, envases y embalajes son de gran importancia. El hecho de que no consumimos envases, sino los productos que contienen, conducen a muchos a creer que son inútiles y que podrían ser desechadas. Sin embargo, la mayoría de los envases nos ayuda a aprovechar mejor los recursos naturales, evitando el desperdicio y mejorando la distribución de la riqueza.

Proteger alimentos y otros productos reduce pérdidas. Se desecharían y desperdiciarían muchos más alimentos y otros bienes si no se envasaran adecuadamente. Cuantos más bienes en buenas condiciones estén disponibles, más baratos y accesibles serán para las poblaciones de bajo poder adquisitivo. Por lo tanto, no es una buena idea deshacerse de los envases y eso ni siquiera sería factible. Lo que debe hacerse es producir envases que tengan el menor impacto ambiental posible. El envase ideal debe ser biodegradable. Debe producirse a partir de materias primas renovables y, siendo posible, que también contribuya para mitigar el calentamiento global.

El instituto «Smithers Pira» en Gran Bretaña publicó los resultados de una encuesta reciente realizada en cinco países: Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España. Se entrevistó a comerciantes minoristas y propietarios de marcas sobre el tema de «envases, embalajes y sostenibilidad». Algunos resultados:

  • El 96% considera que la sostenibilidad de envases y embalajes es importante para las empresas;
  • 81% considera que la reciclabilidad es importante, 48% que es crítica;
  • 62% cree que la demanda por envases sostenibles debería aumentar;
  • Envases y embalajes de cartón son reconocidos como más sostenibles;
  • Los plásticos son considerados como difíciles de reciclar, ya que utilizan materias primas insostenibles y contienen sustancias peligrosas.

El cartón y el papel-cartón están hechos de celulosa extraída de los árboles. Al contrario de lo que mucha gente piensa, la celulosa se produce a partir de árboles cultivados, o manejadas de tal manera que los bosques que constituyen su fuente de materia prima crecen, en lugar de disminuir. 

Los árboles plantados contribuyen a reducir el efecto invernadero. El agua utilizada en la fabricación de celulosa y papel no se pierde. Gran parte se devuelve al medio ambiente en condiciones adecuadas, de acuerdo con los criterios legales establecidos. El papel, el cartón y el cartón corrugado se encuentran entre los productos, que después de utilizados, son de los más reciclados del mundo. Sin embargo, aunque son productos altamente sostenibles, no se deben desperdiciar recursos. Use solo lo que sea necesario.

¡El papel y el cartón no son basura! ¡Recicle!

Fuente: Two Sides