Ricardo Casteluci - poscálculo
Por: Ricardo Casteluci, director de PrintBag, en Camboriú – SC.

En la era de la información, el conocimiento es el gran valor que tiene una empresa y la industria gráfica puede y necesita verse mucho más como un segmento que comparte conocimientos y sabiduría que como simples competidores. Tenemos mucho que conquistar y juntos, intercambiando informaciones, podemos ser más fuertes y atender mejor este enorme mercado mundial.

Un proceso fundamental para que el emprendedor conozca más y mejor su negocio es el poscálculo. No me gusta mucho el nombre, porque como es ‘pos’ parece que solo se ve después de todo el proceso de producción y en eso mucha gente se queda fuera del sistema. Es importante dejar claro desde un principio que el poscálculo es una parte sumamente importante de las herramientas de gestión, el sistema de precios y el cálculo de resultados de una empresa.

Tarde o temprano, cualquier persona que necesite evolucionar un proceso de producción necesitará implementar un sistema de poscálculo. Cuanto antes mejor, y hay algo a tener en cuenta, requiere esfuerzo y el trabajo para mejorar es constante. De hecho, esta adaptación de los procesos a los resultados obtenidos es una de las mayores ganancias del poscálculo en una empresa.

El poscálculo valida la composición de costes en todo momento. Constantemente se revisa lo previsto en el presupuesto frente a lo realizado y calculado al cierre del PO, es decir, el poscálculo no es el final de un proceso, sino que es el punto de partida para el próximo proyecto.

Con la verificación precisa de las notas, en cada ciclo de producción la industria ve lo que hace bien, lo que hace mejor, verifica qué productos sería importante para mejorar el proceso y rentabilizarlo, ya sea por eficiencia o ajustando el precio de venta o si es mejor externalizar. De esta forma, el equipo de ventas intentará vender lo que mejor sabe hacer la empresa, trayendo más rentabilidad, de lo contrario, la industria tendrá que hacer lo que se vende, aunque no sea el mejor resultado.

El poscálculo tiene que estar presente en toda la empresa, siendo mucho más una cultura que un proceso.

La recopilación de datos es el punto de partida del poscálculo. En la medida de lo posible, el uso de herramientas y sistemas como MetricsJobtrack de eProductivity Software (ePS) puede marcar la diferencia. Lo fundamental es obtener datos de calidad, ya que se traducirán en información. Los datos inexactos generarán información incorrecta que respaldará decisiones equivocadas. En otras palabras, una pérdida en su bolsillo. Los datos erróneos son más perjudiciales para una empresa que la falta total de datos.

La atención a algunos puntos puede ayudar en la cultura del poscálculo:

  • Es necesario tener claridad del proceso
  • Los datos de calidad son la base de todo
  • Valorar los datos
  • Dado mal, decisión equivocada
  • Si la empresa gira las 24 horas del día, cada turno es una historia
  • Todas las notas deben ser revisadas y validadas turno por turno
  • El análisis de productividad es válido para empresas de cualquier tamaño
  • Evaluar todo el proceso:
    • Salida y retorno de material
      • Flete
      • Horas trabajadas
      • Cambios de bobina
      • Complicaciones

Más importante que el análisis de datos, es poner en práctica y acompañar el plan de acción. Por lo tanto, este análisis tiene que ser constante y continuo. Todo este proceso debe ser parte de la cultura de la empresa. Generar estos datos es tan importante como imprimirlos, tanto que la nota al final de cada día debe aparecer en la descripción de cada uno de los puestos de los participantes en el proceso.

Es fundamental hacer del postcálculo parte de la cultura de la empresa que todo el proceso sea muy transparente, que cada participante tenga una visión de conjunto y del valor que tiene su parte en esta colaboración. Cada sector tiene que tener su “moneda”, que no siempre se traduce en valor monetario. La diferencia entre la meta de cada segmento en un trabajo y el resultado calculado es lo que define si la empresa paga sus costos y define el resultado al final del mes, del año, de un período determinado.

Además de la transparencia, elegir y capacitar al equipo es una parte crucial del proceso. Todos deben tener claro que el poscálculo no evalúa el desempeño individual, sino el proceso. Y sí, el dinero mueve a las personas, o sea, establecer metas y recompensas.

La implementación del poscálculo parte del perfil de las personas que ingresan a la empresa y va paso a paso. Haz un piloto con un dispositivo que tenga visibilidad en la empresa. Cree notas, mapee la calidad de los datos y tome notas. Toma decisiones basadas en datos y comparte los resultados. Cuando sienta que el proceso está maduro, comience a implementarlo en otros equipos, siempre evaluando el OEE.

Terminaré repitiendo lo que decía al principio de esta columna: requiere esfuerzo, pero alcanzar la madurez en el proceso, formar parte de la cultura de la empresa, cambiará la definición de KPIs y la búsqueda de resultados a mejor. Cada OP cerrado genera la posibilidad de mejora para el siguiente proyecto.

Con información que genera conocimiento, la idea no es corregir problemas, es evitar que sucedan. En definitiva, el poscálculo no es un medicamento, es una vacuna.