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Canon celebra la importancia de la lectura y visibiliza las tendencias del sector editorial

En el Día Mundial del Libro

La Conferencia General de la UNESCO decidió en 1995 utilizar el 23 de abril como fecha simbólica para celebrar el Día Mundial del Libro por coincidir con el fallecimiento de tres emblemáticos escritores: William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega. Desde entonces, este día se rinde homenaje a la lectura, a la fantasía, las bibliotecas y las historias que nos han llegado gracias a los libros. En la pasada celebración de este emblemático día y, para destacar la importancia del libro impreso, Canon desveló las últimas tendencias del sector editorial:

1 – Los libros tienen un futuro brillante

El libro impreso continua teniendo un público fiel. Se preveía que el libro electrónico y los soportes digitales lo relegaran a la historia. De hecho, ha ocurrido más bien lo contrario. En los últimos años, las ventas de libros electrónicos primero se han estancado y luego se han reducido, e incluso los jóvenes «nativos digitales» están volviendo a la impresión para escapar del incesante «ruido» digital.

Según la guía elaborada por Canon ‘Think Books’, en la actualidad, la producción digital solo representa el 10 % de todos los libros impresos en Europa y, en este año 2023 se prevé que el volumen total de la impresión digital de libros alcance los 100 millones de páginas.

2 – El camino hacia la publicación dinámica y la impresión digital

La impresión bajo demanda se ha popularizado en los últimos años y ha tenido una gran acogida por parte de los vendedores, ya que supone un modelo de negocio que no asume grandes riesgos. Además, la impresión digital de libros es una tendencia creciente por todas las ventajas que reporta: tiempo de comercialización más rápido, producción flexible y una cadena de suministro más optimizada.

3 – El libro ya no es un producto, es un servicio de contenido

La nueva generación de lectores demanda ver contenido en varios dispositivos a la vez, ya sea por escrito, con audio o en vídeo. En la última edición de Canon Future Book Forum, un encuentro que se celebra anualmente para abordar los desafíos del sector editorial, se habló de cómo el consumo ha motivado un cambio en los soportes y formatos, el tiempo y lugar de lectura, la secuencia y espontaneidad, e incluso en aspectos como la duración o el valor percibido por parte de los lectores.

La idea de lo que es un libro debe evolucionar para reflejar estos cambios. Los libros del futuro proporcionarán una experiencia personalizada que combinará las características tangibles de los libros físicos con las capacidades de los formatos digitales, incluidas la instantaneidad, la personalización, la eficiencia y la capacidad de actualizarse.

El libro ya no es un «producto», es un «servicio de contenido» que se ha convertido en un «libro inteligente»: con capacidad de adaptación, centrado en el usuario, abierto y accesible.

4 – Reducción de las tiradas de impresión: el gran reto

A pesar de lo renaciente del libro impreso, los editores de libros y sus socios de la cadena de suministro se enfrentan aún a importantes retos. El más importante de ellos es la caída de las tiradas de impresión medias y los volúmenes anuales de páginas impresas. Aunque la popularidad de los libros electrónicos impedía la recuperación de los volúmenes de páginas, hay otros motivos igual de importantes, como el modo en que las redes sociales y otras formas de entretenimiento luchan por captar la atención de los consumidores.

Pero igualmente importante es la mayor competencia debido al aumento de nuevos títulos que salen al mercado cada año, algo fomentado en parte por la auto publicación. En un mercado saturado, resulta más difícil que un título en particular destaque, tanto es así que se calcula que el «periodo de oportunidad» de un nuevo título se limita a entre cuatro y seis semanas solamente. Si las ventas no despegan en ese tiempo, el título pasa al inventario.

Canon invita a reflexionar sobre la importancia de los libros impresos con estos ejemplos, aunque hay muchas más innovaciones que auguran larga vida a la lectura tradicional. El vínculo entre el lector y el libro impreso es especial. Conectar con las historias, los personajes, las emociones y las palabras es mucho más sencillo cuando tenemos un libro entre las manos. El tacto de las páginas, los colores de algunas fotografías y ese olor tan especial y particular de los libros está por todas partes.

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