Por: Two Sides

El lavado verde es la práctica de hacer una afirmación engañosa o sin fundamento sobre los beneficios ambientales de un producto, servicio, tecnología o práctica de la empresa.

Lavado verde Two Sides

Las inexactitudes comunes sobre la impresión y el papel siguen siendo un problema importante para la industria. Estos conceptos erróneos se ven reforzados por las organizaciones financieras, las empresas de servicios públicos y muchos otros proveedores de servicios, ya que alientan cada vez más a sus clientes a cambiar a facturas y estados de cuenta electrónicos. Pero en lugar de centrarse en los posibles ahorros de costes de la tecnología digital, a menudo el incentivo para cambiar se basa en afirmaciones medioambientales infundadas como «Go Green – Go Paperless» y «Elija la facturación electrónica y ayude a salvar un árbol».

Estos mensajes carecen de fundamento, son engañosos y pueden tener un efecto duradero en la percepción del papel por parte de los consumidores.

El impacto del lavado verde

Muchas organizaciones líderes, incluidos bancos, empresas de servicios públicos y proveedores de telecomunicaciones, instan a sus clientes a que no utilicen papel con afirmaciones de que las facturas, estados de cuenta y otras comunicaciones electrónicas sin papel salvan árboles, son más “verdes” y mejores para el medio ambiente.

Estas declaraciones son un lavado de verde. Estas declaraciones no son específicas, no están respaldadas por evidencia científica confiable o análisis relevantes del ciclo de vida y son engañosas. Sin pruebas que respalden la afirmación que se hace, dicha comunicación es Greenwashing y contraviene las regulaciones publicitarias en la mayoría de los países europeos.

Estas declaraciones no solo son engañosas, sino que son enormemente dañinas para una industria que emplea solo en el Reino Unido a 116.000 personas (1.096.000 UE), en más de 8.400 empresas (115.700 UE). Por lo general, la razón principal de este cambio a la comunicación digital es la reducción de costos. El lavado verde está costando a las industrias postal y de impresión del Reino Unido un estimado de £ 10 millones por año.