Amaya Gómez. Directora Técnica de Procograf
Amaya Gómez. Directora Técnica de Procograf

Cada día se escucha más la palabra . Una búsqueda en google de este término nos devuelve más de 67 millones de registros.

El mercado del público general está repleto de términos como ecológico, renovable, orgánico, eficiente, etc. Y hasta lo que es una ley que hay que cumplir (la no entrega de bolsas en los comercios), ha sido utilizada por muchos como herramienta de marketing para demostrar su compromiso con el medio ambiente.

Desde el punto de vista del marketing, es evidente que al consumidor le ha convencido la idea de lo «verde». Muchos de ellos no siguen en sus casas ni las más mínimas prácticas ambientales (apagado de luces, uso racional del agua, segregación de basuras), pero sí que les gusta consumir artículos con etiquetas que suenen a conservación del medio ambiente y que no les cuestan demasiado.

Pero la realidad es que la sostenibilidad es la única respuesta lógica a la pregunta «¿hacia dónde debe evolucionar nuestra sociedad?». Y decimos lógica porque los principios de la sostenibilidad están basados puramente en el sentido común.

procograf2Sostenibilidad es la capacidad de la humanidad para garantizar que satisface las necesidades actuales sin arriesgar la capacidad de que las generaciones futuras satisfagan sus propias necesidades.

Es decir, no se trata de no consumir, o de no producir, sino de que tenemos que usar lo que nos brinda el entorno de manera inteligente para que quede algo al menos igual de valioso a los que vienen detrás. Cada día se desarrollan más herramientas que nos permiten calcular el impacto de nuestras actividades, y comparar de una manera objetiva dos productos; un importante ejemplo para nuestro sector es la huella de carbono del libro frente a la publicación electrónica. ¿Por qué no va a poder ser sostenible el uso de papel si se hace de forma que provenga de bosques controlados, se aproveche al máximo todos los elementos y se recicle después de su vida útil? ¿Acaso es más sostenible la manera en la que se obtiene el coltan en el Congo para los componentes electrónicos, o la energía que se usa en todo el proceso en la publicación electrónica?
Es importante destacar que la base de este concepto no es únicamente el medio ambiente, sino que son igualmente importantes en la ecuación la economía y la sociedad.

Se trata pues de buscar el equilibrio entre la organización y funcionamiento de nuestra sociedad, el mantenimiento de la actividad económica, y la preservación de nuestro entorno que es en definitiva del que nos surtimos para todo lo que podemos necesitar.

¿Y cómo afecta esto a nuestro sector?

Bien, hagámonos la siguientes preguntas: ¿quién no ha conocido un cliente que le haya pedido papel FSC, o PEFC, o tintas ecológicas?, ¿quién no lleva años buscando la manera de aumentar la productividad y gastar menos en papel, tintas o disolventes?, ¿qué pensamos cuando suben las tarifas de la electricidad?

Aún cuando no fuéramos conscientes de la necesidad de preservar el medio ambiente, la sociedad y la economía nos van forzando en esta dirección. La puesta en el mercado de un producto impreso necesariamente va a pasar por la optimización del diseño y de la producción, de la siguiente manera.

a) Sostenibilidad en el diseño

Ya desde la concepción del libro, catálogo o caja de embalaje, debe haber una concienciación para llevarlo a cabo tal manera que el impacto en el medio ambiente sea mínimo, que el cliente asuma su responsabilidad en su gestión final y que económicamente tenga sentido.

>Para ello, el diseñador y el impresor deben mantener un estrecho contacto y acordar puntos como:

  • Selección adecuada de soportes, tintas y barnices: no tiene el mismo impacto utilizar papel reciclado, o papel obtenido de fuentes responsables, ni tintas y barnices que sean menos tóxicos y se degraden mejor. En la medida de lo posible hay que intentar tener esto siempre en cuenta.
  • Uso del formato adecuado: el impresor siempre podrá aconsejar al diseñador sobre el tipo de formato que optimice el uso de papel en cada imposición, con lo cual evitaremos derrochar papel innecesariamente.
  • Minimización de la cobertura de tintas: en muchas ocasiones el diseñador no es consciente del consumo absurdo de tintas que supone diseñar superponiendo colores y teniendo TACs superiores al 300%. El impresor debe asesorar al diseñador y utilizar herramientas de reducción de consumos de tintas siempre que sea posible. Aplicando técnicas de GCR y optimización de color se pueden conseguir ahorros de tinta de hasta un 30%.

b) Sostenibilidad en la producción

El proceso productivo tiene muchos aspectos que suponen un aumento del impacto económico y ambiental del producto final.

Uno de los más importantes es el consumo energético. La factura de la electricidad en una imprenta media puede suponer fácilmente un 3-5% del gasto anual, y muchos estudios muestran que hay un gran potencial de medidas que se pueden tomar para reducir el consumo de energía en imprentas, tanto como para llegar a valores de reducción de un 20%.

Algunas de estas medidas van desde las más sencillas y de relativa poca inversión -sustitución de luminarias y bombillasa otras que conllevan estudios más detallados -optimización de instalaciones de aire comprimido, rediseño de sistemas de aire acondicionado, aprovechamiento de corrientes residuales, etc.- Un ejemplo de un impresor de Estados Unidos que cambió las unidades de frío por un sistema de refrigeración por agua en el exterior, les permitió ahorrar 2.4 millones de kWh al año, el equivalente de la energía usada para abastecer 225 casas (www.bpc.com).

El segundo caballo de batalla para el impresor es la reducción de usos y generación de residuos. Llevamos años esforzándonos en consumir menos y aprovechar mejor lo que se compra, ya que los precios son cada vez más altos y los márgenes finales más reducidos.

Para conseguir esto es necesario mejorar nuestra manera de operar las plantas, buscando los siguientes objetivos:

  • Mejorar el control de inventario, para optimizar las compras y usar siempre materiales en buenas condiciones.
  • Disminución de tiempos de arranque y de cambio. Si pasamos de arrancar en 45min a hacerlo en 25min no sólo conseguiremos aumentar la productividad, sino que el gasto en mermas y consecuente uso de papel y tintas será menor. Nuestra experiencia optimizando el funcionamiento de los talleres así lo demuestra, pudiendo alcanzar mejoras de productividad del 40%.
  • Minimización del uso de disolventes y alcoholes. Existen ya muchas alternativas reales al alcohol isopropílico en el mercado, y el impresor debe ser consciente de que los usos de estas sustancias van a estar cada vez más penados.

c) Sostenibilidad en los servicios

El último factor del que queríamos hablar someramente en este artículo: el impacto de las actividades no directamente relacionadas con la producción, como puede ser el transporte.

Por un lado tenemos la opción de elegir suministradores locales, y nuestros equipos comerciales deberían convencer a los clientes de la zona de que trabajen con nosotros.

Por otro lado podemos aprovecharnos de las tecnologías informáticas y minimizar al máximo el transporte físico de documentos entre el cliente y el taller (originales, ferros, pruebas de contrato, etc.)

Y por último siempre podemos hacer un esfuerzo en el empaquetado del producto acabado y en la optimización de las rutas de reparto.

La suma de cada pequeña iniciativa hace que a final del año el ahorro de costes y recursos sea notable.

Conclusiones

La sostenibilidad es una realidad. Podemos embarcarnos ahora e ir aprovechándonos de las ventajas que nos brinda, o esperarnos a que sea una imposición legal o a que el mercado y nuestros márgenes nos asfixien. No hay que entender que se trata de obtener un sello más, sino que estamos ante un cambio paulatino en nuestra manera de producir y consumir que nos permitirá asegurar la continuidad del sistema.

Y la intención del artículo, además de ser una breve introducción a este tema, es la de demostrar a aquellos empresarios reacios al cambio que de cada iniciativa de sostenibilidad se puede obtener un ahorro en los costes bastante significativo y una mejora de la imagen de la empresa.

«En próximos artículos iremos haciendo un desglose más detallado de las diferentes alternativas que existen para ir desarrollando e implementando una estrategia de sostenibilidad.»